El uso de identificación de colores en un laboratorio puede ser una poderosa herramienta para transmitir información rápidamente y para reducir errores. Los colores ayudan a crear un lenguaje visual que los empleados pueden procesar antes de que siquiera se den cuenta de ello. Es por eso que los colores, cuando se usan como parte de un sistema repetitivo y estandarizado, llegan a ser parte de nuestras respuestas automáticas intuitivas.
Cuando se usa en conjunto con las confiables etiquetas de Brady, se obtiene lo mejor de ambos mundos: versátil identificación a color que permanece legible incluso después de haber resistido agresivas condiciones en laboratorios como lo son las temepraturas extremas y sustancias químicas.
Cambiar a impresión y a etiquetas de colores puede incluso ayudar a aumentar la eficiencia; se ha descubierto que tener un etiquetado efectivo reduce el tiempo de preparación de las muestras en un 80%. La identificación con colores también ayuda a reforzar la capacitación de los empleados y sirve como guía para que los trabajadores realicen sus actividades más rápidamente.